Cuando sentía que todo estaba “bien”, la vida me sorprendió con un desafío inesperado que me obligó a detenerme y reflexionar.Después de un accidente de tránsito que cambió no solo mi vida sino mi cuerpo también ya que me quemé el 40% (extremidades inferiores), me encontré en un punto de inflexión.

En lugar de dejar que esta experiencia me definiera de manera negativa, decidí transformarla en una oportunidad para crecer y ayudar a otros. Les confieso que no fue un camino fácil ni rápido, requerí de mucha voluntad y coraje, además de acompañamiento terapéutica porque sola era muy complicado avanzar.
Este viaje de autodescubrimiento, de silencio, de encuentro con la muerte, me ha enseñado que, aunque no siempre podemos controlar lo que nos sucede, sí podemos controlar cómo respondemos a ello. A través del trabajo personal, he aprendido a enfrentar mis miedos, a sanar mis heridas y a encontrar un propósito más profundo en mi vida.

Hoy, mi misión es inspirar, liderar, motivar y apoyar a otros a hacer lo mismo. Me hace inmensamente feliz la idea de poder compartir las herramientas y las lecciones que he aprendido en este camino; las Constelaciones Familiares, el Coaching Ontológico, la Biodanza, la Psicología Positiva, la Tanatología y la sabiduría que este camino de reconocimiento a mí misma me ha regalado, para que cada persona pueda encontrar su propia luz, incluso en los momentos más oscuros.

Te invito a unirte a mí en este viaje de crecimiento personal. Juntos, podemos transformar nuestras experiencias y convertirlas en poderosas historias de resiliencia y esperanza. Recuerda, cada desafío es una oportunidad para renacer y brillar con más fuerza.

Con amor;

Ligia